Artes Marciales contra el Estrés
Hoy me pasó algo muy interesante, tuve un lunes de esos que no quieres recordar, todo iba bien en el trabajo hasta que recibí una noticia desagradable que me malogró el día. Llegué a estresarme de tal manera que me dolía la cabeza, no podía pensar y quería irme de la oficina. Como no podía hacer eso me tuve que componer, seguir trabajando y al final terminé la jornada laboral. Mientras me iba solamente pensaba que por suerte hoy me tocaba ir al dojo, tenía en el auto los guantes, el short, las vendas y el polo, la combinación perfecta para olvidar cualquier problema…
Llegué al dojo, encontré un buen compañero, una buena clase, hicimos práctica con paos, intensa, buenas combinaciones y terminé exhausto (la verdad no sé como estoy escribiendo a esta hora). Una hora de práctica me hizo cambiar completamente de humor.
Cuando empecé a practicar artes marciales una de las cosas que nuestro Sensei (maestro) nos decía era que el dojo era como un templo, que merecía reverencia y respeto al entrar, pero sobre todo que al momento de traspasar la puerta debíamos dejar todos nuestros problemas atrás. En el dojo no tienes las mismas responsabilidades u obligaciones que afuera, tienes que seguir las normas del dojo, que usualmente son distintas.
Con el tiempo me di cuenta que tan útil es esto para manejar los niveles de ansiedad y stress en la vida cotidiana, pues, como decía un amigo acupunturista “El stress es cuando lo que es dos lo ves como si fueras tres”, y a veces no solo tres, sino cuatro, cinco y más, algunos hasta llegamos a somatizar el stress, lo que lleva a que nos enfermemos de la presión que cargamos.
En el dojo todo cambia, todo se disipa, te da el espacio privado de abstracción que te lleva a poder ver luego los problemas desde otra perspectiva, es decir, te da la pausa necesaria para poder enfrentar lo que sea que se te ponga al frente.
¿Qué tiene de particular una clase de artes marciales que logra ese efecto? Es sencillo: para poder practicar bien un arte marcial debes de ponerle toda tu atención durante la práctica, sino te lanzan, te golpean, te ganan o te puedes accidentar, entonces no te da tiempo de pensar en nada más, además, como la mayor parte de la práctica es en pareja o en grupo, siempre tienes a alguien que te puede empujar a que no te desconcentres.
Mis consejos para una práctica efectiva contra el estrés:
- Practica para ti, no para ganarle a nadie, no uses la práctica para desquitarte de tus problemas, sino solamente acumularas frustración
- Practica intensamente, cuando creas que ya no puedes más, sigue practicando, el “segundo aire” tiene un efecto relajante al final del entrenamiento
- Busca un compañero que te exija y que le guste practicar
- Busca un instructor calificado, que tenga pasión por enseñar y que no te deje bajar el ritmo
La práctica constante al final te da el balance y te permite sobreponerte al estrés ya que empiezas a incorporar todos los principios de las artes marciales a tu vida cotidiana.
Cuéntanos, ¿de qué manera combates el estrés?