Lo que sucede cuando empiezas a enseñar
Es inevitable cuando uno tiene cierto tiempo en la práctica de las artes marciales que se le pida a uno que enseñe, sea porque te lo piden por alguna amistad o porque el maestro te lo encarga, o simplemente porque te gusta.
Para mí, siempre ha sido una de las etapas más bonitas de la práctica, pues me ha dado la oportunidad de reconocer a mis maestros y de intentar extender su visión (o por lo menos lo que poco que capté de ella) a otras personas.
Sin embargo, hay varias cosas que se dan cuando uno enseña y que debe tener en cuenta:
- Cuando enseñas eres el responsable absoluto de los que tienes a cargo, esto es, eres responsable por lo que aprenden y por lo que les pasa. Esto puede llegar a tener connotaciones de responsabilidades más allá de las morales, tendiendo hacia las legales si es que alguna persona sale dañada por una negligencia del instructor.
- Cuando enseñas, rara vez practicas. Debido al punto anterior, que tienes que estar pendiente de los alumnos, no puedes concentrarte de la misma manera en tu práctica y esto trae consecuencias: tu nivel físico baja, tu técnica se vuelve más lenta, luego no puedes ser competitivo. La solución: consigue asistentes aptos que te ayuden a dar la clase y túrnense para poder practicar, o si no, lo mejor es que puedas asistir a una clase de entrenamiento para nivel avanzado, de manera que te sigas desarrollando.
- No va a faltar quien quiera probar que tan bueno eres, acá entramos a un punto controversial, pues el profesor siempre está en una posición desventajosa, me explico: si le haces daño, eres abusivo; si te domina, pierdes imagen delante de los alumnos. Si decides enfrentar al retador, hazlo sin hacerle daño, tu expertise puede hacer que lo domines sin tener que lastimarlo. Si no te sientes capaz de controlarte, mejor evita el enfrentamiento, no hay nada peor que mostrarte abusivo frente a los demás.
- Siempre intenta hacer alguna demostración de cómo se hacen las técnicas, con la velocidad y la fuerza lo más real posible, eres un ejemplo a seguir dentro del dojo, debes ser la inspiración de todos los que están en la clase.
- Así como eres un ejemplo de técnica, sé un ejemplo de comportamiento, la educación, etiqueta y disciplina que exiges a los alumnos debe ser la misma que tú exhibes en tu comportamiento.
- Recuerda cómo eran las clases cuando eras nuevo, muchos olvidan que existen varios pasos para llegar a ser un estudiante experimentado y se quieren saltar etapas del entrenamiento. Si bien en algún momento te pudo haber parecido un tipo de ejercicio tedioso y aburrido, siempre tuvo una intención, y esta fue la de prepararte para algo más, no hagas que se salten etapas por querer enseñar más rápido.
- Lo más importante: DISFRUTA LO QUE HACES, si no disfrutas el enseñar, entonces mejor deja de hacerlo, la única forma en la que vas a ser bueno en la enseñanza es si lo haces con pasión, si perseveras ante el alumno descoordinado, si te emocionas con cada avance de los muchachos, si estás pendiente de su evolución y si te sientes orgulloso de lo que estás haciendo.
Espero que te animes a enseñar cuando tengas la oportunidad de hacerlo, no es una cuestión de ego, es una cuestión de sentimiento, de querer una cosa buena más en esta vida, espero que cuando lo hagas lo disfrutes, y que tus alumnos lo disfruten más.
Cuéntanos si has tenido alguna experiencia enseñando o aprendiendo de alguien a quien le gusta enseñar!!
Hasta la próxima!!