Los saunas infrarrojos no sólo eliminan las toxinas más efectivamente sino que ayudan también a que se regeneren las células y los tejidos, y fortalecen el sistema inmunológico.
Como su luz es invisible, estos recintos combinan su terapia con otra: la cromolumínica. Por ejemplo, el azul se utiliza para una mayor relajación. Los efectos positivos en músculos, tejidos, huesos y el sistema circulatorio se derivan de uno básico: la desintoxicación. El sauna infrarrojo remueve las impurezas depositadas en las células, en particular las de grasa, donde el cuerpo acumula, además de reservas de energía, toxinas como el colesterol y los metales pesados del medioambiente.
Los saunas tradicionales hacen que el cuerpo sude y elimine toxinas. Los saunas infrarrojos no sólo las eliminan más efectivamente sino que ayudan también a que se regeneren las células y los tejidos, y fortalecen el sistema inmunológico.